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Alimentos deshidratados: Una ingeniosa técnica para conservar y almacenar tus productos.

Marie Anne Dupont Cabrera- Comunicaciones Levapan.

“La comida deshidratada es un gran atractivo para tus clientes amantes de lo saludable”

Se trata de un alimento sometido a un proceso para reducir al máximo la cantidad de agua bajo condiciones controladas. En los últimos años se ha convertido en un favorito del público, pues se considera de fácil consumo y delicioso sabor. Al contrario de la creencia social de que los únicos alimentos con la capacidad de soportar este cambio físico tan extremo son las frutas como los arándanos o las uvas sin perder su sabor, cada vez más chefs optan por implementar la técnica en carnes, huevos, pescados y hasta leche.

A través de la historia la técnica de deshidratación ha acompañado a la humanidad como una alternativa de preservación de la comida en épocas de escasez, los vegetales, granos y frutas se secaban al sol para conservarse. En la actualidad, se logran identificar dos métodos  que se utilizan, siendo muy específicos según las propiedades del alimento a someter:

  • La deshidratación: Se trata del proceso de reducir el nivel de agua mediante el tratamiento del alimento por calor artificial es decir: Aire previamente calentado, superficies calientes, etc. Los alimentos deshidratados pueden ser: frutas, hortalizas, legumbres, leche, especias, hongos y huevo.
  • El disecado: La diferencia recae en la metodología natural que se emplea para lograr el secado de los productos, es decir, a través de: el sol, el viento y en general todo lo que conlleva el ecosistema. Los alimentos que se suelen utilizar son:  la carne y el pescado

Algunas características esenciales de estos alimentos son:

  • Al eliminar un alto porcentaje de agua, se reduce también la posibilidad de contaminar un alimento, es por ello que la conservación es la característica principal, pues asegura que estos se consideren como perecederos y se alargue su vida útil.
  • Se trata de alimentos muy fáciles de transportar pues al no considerarse 100% perecederos no es necesario invertir en un recipiente adecuado para resistir temperaturas y humedad como las latas.
  • Son ideales como tentempiés o acompañamientos, por ejemplo los arándanos, albaricoques, uvas pasas, higos, plátanos y hasta arándanos, son acompañamientos ideales para tus preparaciones.

Sabemos que se pueden presentar algunas dudas para incluir está técnica en la preparación de los alimentos para tu restaurante, principalmente el interrogante de ¿al perder agua y propiedades pierde su valor nutricional? o ¿ el sabor de estos alimentos sufrirá un cambio enorme al ser sometido a esta técnica? A continuación te resolvemos estas dudas:

  1. Aunque exista una gran probabilidad de perder vitaminas como la A y la C, debido a que son termolábiles, es decir, sensibles a altas temperaturas, se puede evitar esta pérdida, utilizando máquinas deshidratadoras que no supere los 45ºC  u optando por una alternativa natural como el secado por medio del sol.
  2. De hecho, se considera que esta técnica puede llegar a contener los nutrientes debido al encogimiento del producto y la concentración que está provoca en sus partículas. Por ello, en la dieta crudivegetariana se aseguran de implementarla para poder disfrutar de los alimentos durante mucho más tiempo sin necesidad de conservantes.

Por último queremos darte algunos tips y explicarte cómo se debe hacer el proceso de deshidratación por medio de los 3 métodos existentes:

  • Independientemente del método que escojas, debes seleccionar el producto de deshidratación con mucho cuidado, pues deben estar en su punto óptimo de maduración, además de eliminar imperfecciones o partes dañadas; también retira las semillas y partes fibrosas.
  • Te recomendamos escaldar los productos para asegurarse de eliminar las enzimas o microorganismos que faciliten su oxidación; aunque es completamente opcional, te lo recomendamos para tener un mejor resultado.

Secándose al sol:

  • El cálculo no es exacto pues dependerá del clima y del alimento escogido.
  1. La temperatura debe ser mayor de 29 grados. Asegúrate que el aire circula debajo del alimento.
  2. Colocarlos sobre una rejilla o colgarlos de una cuerda; te recomendamos cubrirlos con grasa o con una mosquitera fina para evitar insectos.
  3. Dependiendo del producto escogido, puede demorarse entre uno o dos días, quizás un poco más; Te recomendamos esperar a que estén completamente secos.

Secándose en el horno:

  • Se trata de la manera más fiable de conseguir resultados en poco tiempo y de manera exacta, pues es sencillo lograr y controlar la temperatura necesaria.
  • Esto puede ser un problema en determinados hornos que no admiten temperaturas tan bajas.
  1. Precalentamos el horno a una temperatura de no más de 45°C.
  2. Colocamos el producto a deshidratar en una rejilla y le damos vueltas cada 20-30 minutos en un rango de 2 a 4 horas dependiendo del alimento, hasta que veamos que está seco.
  3. Lo más importante es que la temperatura tiene que ser constante.

Invertir en un deshidratador:

  • Definitivamente es la opción más rápida y sencilla de realizar este proceso. Si quieres que tu negocio se distinga por el uso de está técnica es lo que estás buscando:
  • Algunas de estas máquinas cuentan con una gran capacidad, razón por la que puedes agregar los productos que desees y tenerlos al mismo tiempo.
  • Son muy sencillas de utilizar, pues cuentan con un temporizador que facilitará el proceso. Hasta el punto en el que tu único trabajo será el de colocar y retirar los alimentos.

¡Anímate a probar está técnica e impresiona a tus clientes con una variedad de productos deshidratados en tu negocio!

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